En México existen más de 2 millones de desempleados, de los cuales seguramente muchos saben hacer algo bien. Ya no digamos su nivel académico, pero sí tienen algún talento para lo que son buenos, que a alguien le sirve y de lo que podrían percibir ingresos. Ese es el principio básico de conseguir chamba.
Muchos de nosotros hemos ido a una entrevista laboral al menos una vez en la vida. Surge una vacante disponible, se publica y difunde. Las personas que se interesen por el puesto, harán una carta o curriculum presumiendo porqué deben ser elegidos para el puesto. Si el reclutador identifica que el candidato cubre las necesidades del puesto y el perfil, lo cita para entrevista y exámenes. Si al Candidato le va bien, queda entre los mejores tres y estos sostienen una última entrevista con el que será su jefe para que éste tome la decisión final.
No todos tenemos la morbosa suerte de andar entrevistando sujetos necesitados de trabajo, pero en realidad todos los mexicanos tenemos una oportunidad cada periodo electoral de reclutar, elegir y contratar a nuestro presidente. Por desgracia no lo podemos entrevistar, y hasta donde se sabe, no los hacen pasar por esas engorrosas pruebas psicométricas (ya me imagino el fiasco), pero debería.
Ahora, qué tan capaces somos de tomar decisiones "ejecutivas", - en el sentido de que nuestra decisión al contratar al Candidato indicado, afectará positiva o negativamente en el desempeño del país-, sin dejarnos llevar por las apariencias.
Imaginemos lo siguiente.
Nosotros somos "el jefe", y estamos esperando a que nuestro departamento de recursos humanos, nos lleve a los dos únicos candidatos que se postularon para la vacante en cuestión.
Nunca los hemos visto, no sabemos nada de ellos, y apenas los haremos pasar para su entrevista.
Jessica, la de RH, nos envía en un memorandum la siguiente información:
Estimado Jefe:
Reciba las fotos de los candidatos que entrevistará hoy, en un momento le dejo en su escritorio la información más relevante que debe saber de ambos. Buen día.-
Foto 1
Foto 2
Unos minutos más tarde entra Jessica con la relevante información dejando los curriculums en el escritorio.
-Buenos días Jessica, ¿Cómo le va?
-Bien gracias, usted qué cuenta. Oiga, fíjese que el primer candidato ya llegó puntual y está esperando en el lobby, ¿lo hago pasar?
-Pero todavía no leo los curriculums.... bueno, a ver dime rápido qué debo saber de ellos....
-Bueno... lo que le puedo decir es que uno de ellos no supo contestar la pregunta de los tres libros que marcaron su vida, es viudo pero en la entrevista se puso muy nervioso al contarnos de qué murió su esposa, incluso confesó haberle sido infiel, es casado de nuevo y algunas personas creen que estuvo implicado en el asesinato de una niña de 4 años..
Repentinamente suena tu celular, es una llamada importante y debes atender, así que le pides a Jessica que haga pasar al candidato que llegó puntual.
Tu primera impresión es clara, la historia que te acaba de contar Jessica no podía coincidir más que con un sujeto que no ha tenido preparación y que ha tenido hasta que matar para conseguir dinero, claro, según tú corresponde a la primera foto, la imagen del hombre mexicano promedio, quién por supuesto no se tomo la delicadeza de vestir bien para la entrevista y quien por supuesto, se le ve luego luego que no es culto; no como el otro, que hasta guapo se ve. Ese sí llevaría a la empresa muy alto. Ahí se ve, no hay más que decir.
Tu puerta se abre y entra el mexicanito este naco que hasta fuchi te da no mas de verlo (porque asumes, es más aseguras que es el de las referencias malas) y le dices condescendientemente que el puesto ya ha sido ocupado pero le agradeces su participación.
Y así es como tu supuesto candidato estrella gana el puesto y claro, hunde tu empresa. ¿Dónde estuvo el error?, bueno, resulta que el fulano de la primera foto corresponde a Jesús León Santos, ganador del Premio Ambiental Goldman por su labor de ecología, tiene 42 años y es un indígena mexicano que durante los últimos 25 años ha realizado un trabajo increíble de reforestación en Oaxaca. Ha sido su iniciativa, liderazgo, consistencia y determinación lo que lo han llevado hasta aquí. Todas, cualidades que cualquier empresa busca en un hombre de mediana edad, sin mencionar su muy cultivada mente y alma, pues hasta donde se sabe, él no quita vida, sino que la fomenta.
El de la otra foto, ya sabemos que es Enrique Peña Nieto, hombre de 45 años a quien describe las referencias, mismas que te hicieron contratarlo para que sea tu presidente.
Si bien Jesus Leon no quiere ser presidente, esto es sólo un ejemplo de porqué hay más de 2 millones de desempleados: Porque no sabemos contratar a nuestros presidentes.
2 comentarios:
Que quede claro que esto es sólo un reflejo de cómo normalmente solemos discriminar a nuestros paisanos, nos dejamos llevar por las apariencias sin tomar en cuenta el interior de las personas. En lo personal soy una admiradora de Jesús y esperaría que nosotros los mexicanos le diéramos una oportunidad a los que en verdad tienen talento. Admiremos a los que en verdad valen la pena.
Muy de acuerdo con tigo Nia, las personas nos dejamos llevar mas por la apariencia que por las valiosas cualidades de las personas, hoy en día podemos ver a personas altamente capacitadas con cualidades muy humildes en las cuales solemos juzgarlas por la apariencia pero no juzguemos un libro solamente por su portada tengas la oportunidad de conocer a la persona y darnos realmente de como es, muchas gracias por la valiosa nota, comparto un link con ustedes.
http://humansmart.com.mx/
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